Por Silvia Estrems.
Pregunta de un asistente al profesor en
una formación: “¿Cómo viene la inspiración que permite aportar una respuesta
creativa a un problema?” La pregunta surge después de la narración de una
experiencia vivida por el profesor con un resultado más que exitoso – había
ayudado a un vecino a preparar una entrevista para responder a una oferta de
trabajo ambiciosa y el cargo fue conseguido.
Respuesta del profesor: “Un estudio
parece demostrar que las personas que se levantan tarde son más creativas, y
también se conoce que las personas que saben conceptualizar son capaces de
cambiar de nivel para abordar un tema pero no puedo responder más a la
pregunta y decir qué exactamente permite
ser más creativo.”
Comentario de otro asistente: “No
confundir creación con innovación que consiste en llevar la creación a la
realidad.”
Reflexión, a posteriori, de una
observadora: